Luz Moreno Pinart, se ha sentido siempre atraida por las cuestiones de investigación en torno a la naturaleza. Ha trabajado en torno al olivo, experimentando con sus fibras y con sus desechos para crear una serie de objetos que honran a este árbol milenario.

Investigó junto a científicos, herbolarios, tejedores y agricultores sobre la ortiga y creando una pieza “Texere urtica” que habla de cómo se multiplica la ortiga gracias a sus rizomas y a su anatomía. La escultura está hecha enteramente de ortiga y alambre de cobre.

"En mi práctica artística me considero una investigadora, me gusta elegir un “ingrediente”, un tema o una planta, y pasar meses haciendo investigaciones históricas, científicas, textiles... para terminar con una pieza que cuenta la vida de estas plantas y que cuestiona las relaciones entre el medio ambiente y el ser humano. Me gusta decir que mis piezas hablan el idioma de estas plantas".

En esta residencia en el espacio Vilaseco,  Luz investigó y profundizó sobre el lino y la planta del saúco (Sambucus).

"Estas plantas multitarea que nos dan alimento y que también protegen nuestro organismo. Usamos todo el lino (los tallos para hacer el hilo, las semillas para comer) y el castaño (la madera para hacer objetos, las castañas para comer) Ellas que están presentes en todas partes pero que se vuelven invisibles".

El saúco está muy presente en el paisaje de Galicia, forma parte de muchos mitos y tradiciones. Sus flores y bayas tienen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antivirales y antisépticas.

Luz mezclará arte y naturaleza, realizando una serie de reportajes fotográficos sobre la tierra y la planta, experimentando con el lino y el saúco de diferentes formas: en estado crudo, peinado, cortado, hilado...

"Estas semanas en el laboratorio creativo de la Galeria Vilaseco, en el pueblo de Cristovo de Mouricios, se han transformado en 2 meses de investigación creativa, tanto intelectual como plástica. He vivido este tiempo no con un reloj sino con la naturaleza, otro tiempo que desconocemos.

Conviviendo con la naturaleza que existe allí, siendo parte de esa simbiosis, he podido ir tirando del hilo de la información que me iban dando hasta hacer un ovillo y poder tejer con él.

Secar, deshidratar, cocer, confitar, mezclar, deshacer, rehacer, deshilar, tejer, anudar, … estas acciones necesarias a la experimentación me han acompañado durante la residencia, como un amigo cercano que te ayuda a buscar.

En ese ecosistema, castaño, lino, sauco… todas esas plantas que nos dan su fibra, tanto comestible como textil, nos dan libertad de poder crear e imaginar un futuro inspirado en la naturaleza".